Además hay que considerar el nivel de gastos que cada uno tenga asumido. Cuanto mayor sea nuestro tren de vida, más elevado debería ser nuestro fondo, ya que los gastos que puedan derivar seguramente también serán más altos.
Un buen criterio es tener ahorrado un número determinado de meses de trabajo. A modo de referencia el equivalente a seis mensualidades puede ser un buen criterio.
Tampoco hay que volverse loco y querer tener ahorrado este dinero de la noche a la mañana, pero es algo que hay que considerar desde el primer momento en nuestra planificación como inversores.
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