Un ejemplo de deuda buena sería una hipoteca. Primero porque es bastante difícil para la mayoría de las personas disponer del importe necesario para pagar su casa. Segundo porque son productos con unas condiciones más o menos razonables.
Otro ejemplo de deuda buena sería la que solita para realizar una inversión cuyo rendimiento es mayor que el interés que se paga. Esto es una práctica habitual en las empresas. ¡Ojo! Que eso no quiere decir que todas las empresas que piden dinero lo estén haciendo oportunamente.
Para evitar confusiones si al hilo de la práctica empresarial alguien está sacando la idea de pedir un préstamo para empezar a invertir ya le anticipo que el momento para hacerlo es nunca. Volveremos más adelante con este tema.
La idea principal que quiero transmitir con el tema del ahorro y la deuda es la conveniencia de vivir dentro de las posibilidades de cada uno, de no pedir créditos y ahorrar todos los meses para tener un colchón ante imprevistos y poder invertir.
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